Ahorro se escribe con “a” de autismo
Apolinar Estévez se dedica a lavar vehículos pero no los usa. Camina por Santo Domingo para transportarse, con una meta muy clara: ahorrar 40 mil pesos para un viaje a Nueva York. Con ese objetivo en mente, todo centavo cuenta y cuando su madre, Generosa De La Cruz, le sugiere tomar un transporte para llegar más rápido y menos sudado, él se justifica: “Es que 25 pesos son 25 pesos”.
Hace un mes abrió su primera cuenta de ahorros junto a otros compañeros. Al estampar su nombre en la libreta apretó el puño y sus ojos verdes destellaron en su rostro, tostado de tanto andar.
No es común abrir libretas de ahorro en grupo, pero Apolinar, de 57 años, tiene una condición de autismo, y la fundación que lo guía en su inserción a la vida adulta tiene una alianza con una entidad financiera que capacita a sus grupos en manejo del dinero, elemental para la autonomía que construyen.
Para Apolinar tener una cuenta de ahorros es finalmente su ancla, el paso natural que seguía al empleo que logró en 2016. Durante una pasantía en un concesionario de vehículos lavó diez autos por día, más que el promedio de sus colegas. Enfocado en su meta, aumenta su capital y si tiene que hablar con la madre de algún compañero cuando le presta dinero y recibe menos, la llama para hacer cuentas.
Junto a Apolinar, Diego García, José Rafael Rijo y Bryan Abreu abrieron su primera cuenta de ahorros en la sucursal de la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) de San Gerónimo, próxima a la sede de la Fundación Manos Unidas por el Autismo.
Educación para la autonomía financiera
La experiencia de bancarización complementa los talleres de educación financiera que desde 2016 imparte un equipo de voluntarios de APAP a miembros de la fundación a través del programa APAP TODOS, de cultura y servicios financieros inclusivos. También coincide con la campaña de promoción del ahorro de la entidad durante junio y julio.
La asociación impulsa la educación financiera a través de charlas adaptadas a las necesidades de poblaciones con discapacidad.
Solo en 2016 se capacitaron más de 500 personas, la mayoría en lengua de señas, sobre el concepto del dinero, del ahorro y las denominaciones de la moneda dominicana, entre otros temas.
El módulo de educación a jóvenes con autismo es progresivo y va dando frutos, tanto en los participantes como en los facilitadores, todos empleados de APAP, para quienes resulta una experiencia transformadora convertir a personas como Apolinar en apasionados del ahorro.