Un diploma para el esfuerzo

“El éxito no es el final, el fracaso no es fatal: es el coraje para continuar lo que cuenta”; con esta frase de Winston Churchill en mente, Enmanuel Tejeda cierra un capítulo en su vida y se abre a la vida profesional como Ingeniero Industrial de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), orgulloso de haber superado múltiples pruebas.

“Fui el último al que entrevistaron en APAP, entre cinco compañeros escogidos de mi liceo y, sin embargo, me sorprendí mucho al ser uno de los primeros avisados de la gran noticia de que había sido admitido en el programa Dale Un Chance”, recuerda con alegría.

Se graduó de bachiller técnico en Informática en 2011 del Liceo Técnico Hermana Rosario Torres Fe y Alegría, y al final de ese mismo año ya estaba rotando por diversas áreas como pasante en APAP, bajo la mentoría de Herenia Betances, Directora de Control Financiero.

Su mentora y su madre, María E. Quevedo, le daban fuerza con sus consejos. Le decían: “En todo este proceso vas a experimentar grandes cambios, enfrentarás retos y muchas barreras que intentarán obstaculizar tu camino. Sin embargo, debes visualizar tu inicio en este programa como una oportunidad para crecer en todos los sentidos”. “No importan si te becan o no, los más importante es la responsabilidad con que asumas esta nueva etapa y confío en que lo harás muy bien”.

Con el apoyo de su familia, los amigos y la oportunidad de APAP mantuvo un balance entre la universidad y su casa. “Sabía que no podía descuidar ninguna de estas pero también estaba consciente de que existían instituciones y personas que apostaban a mí y que por tanto no podía defraudarlos a ellos ni a mí mismo”.

El rector de la PUCMM, Alfredo de la Cruz Baldera, entregó a Enmanuel el diploma por el que tanto se esforzó el 10 de junio en la ceremonia de graduación en Santiago. Enmanuel descubrió que se siente en sus aguas al hablar de Gestión estratégica de proyectos e Ingeniería económica. En esa línea proyecta su futuro.